Requiem for a jerk

la llegada es producto de una despedida,
de un adios, de incomodos silencios y miradas
al vacio.
Esperas largas y remembranzas en episodios de
momentos agradables, de saliva compartida y
roces manuales por la espalda, el pecho y las
viriles formas cilindricas, que cuajan al tacto y
ceden a la flacidez por satisfaccion.
He me aqui hoy solo, tras una computadora, escuchando
a Françoise Hardy, deseando haberte conocido hoy
para no tener que tragar la amarga realidad de que
esto ya paso... ambos sabemos cuanto se amó.

mr. S!... adios